El 9 de septiembre de 1806, el capitán de navío Santiago de Liniers y Bremond, en un bando dirigido a la población, recordaba que "uno de los más sagrados deberes del hombre es la defensa de la Patria que le alimenta" invitando a los porteños a conformar los cuerpos militares a voluntad.
La convocatoria tuvo una buena respuesta, dado que en la memoria del pueblo todavía resonaban los ecos del rechazo a las tropas inglesas que habían entrado a la ciudad pocos días atrás. En ese año 1806 se creó el Cuerpo de Patricios.
Los primeros capítulos de esta obra se refieren a la situación de los Reinos Hispánicos, las Invasiones Inglesas, hasta llegar a la creación del Regimiento de Patricios, donde quienes lo integraron hicieron de este cuerpo un caldero hirviente de ideas que llevaron a los acontecimientos de 1810.
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